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Colaborar es la nueva forma de competir: Mi experiencia adulta participando en un competencia de bicicleta.



Un texto reflexivo alrededor la bicicleta y la competencia.

El pasado competitivo importa.


En las fiestas y aniversario de mi barrio, El Totoral, se organizo la primera carrera de bicicletas. La invitación estaba hecha para todos los que se atrevieran a dar la vuelta más rápida, grandes y pequeño estaban entusiasmados por participar, entre ellos yo: un niño de 8 años con una bicicleta de llantas de plástico con las pequeñas llantas de atrás recién retiradas.

El hecho de dejar atrás las llantas de atrás fue un antes y después. Me parecía una proeza poder estar en equilibrio con las dos llantas, recuerdo claramente cuando señora Patsi (la señora que arreglaba las bicis), con tan solo indicándome donde poner el pie y el movimiento que debía hacer, ya estaba avanzando gracias a solo pedalear y desde ahí no he parado de hacerlo. Recuerdo muy bien ese momento porque fue la revelación de que algo que parece imposible de pronto se volvió algo muy sencillo.
Agradezco profundamente a la señora Patsi por enseñarme unos de los movimientos corporales que me ha traído las mejores ideas, reflexiones, escapadas y aprender rutas hermosas por todo el mundo. Siento que me enseño a meditar con mis piernas y aprender de que en la vida se trata de avanzar para mantenerte en equilibrio, que solo estanco se cae y que todo lo se sufre al subir, se disfrutará al bajar.

Volviendo al concurso. Era plenamente consciente de que todos los niños y niñas más fuertes del barrio iban a participar con sus bicicletas de montaña e incluso de carreteras, muy rápidas todas ellas.

Mi ilusión por participar era tanta que no tuve miedo cuando decidí participar hasta que llego el momento de estar todos juntos antes de empezar la carrera. Todos en sus posiciones, incluido los vecinos y familiares animando a sus hijos desde el parque del pueblo, sonó el silbato de la señora Patsi, obviamente la principal promotora del ciclismo en el barrio, ¡Empezó la carrera!



A mis 8 años, la velocidad con la que iba era inmensurable, los niños y niñas más grandes salieron disparados, y yo junto otros niños íbamos dando toda la fuerza con la que podíamos, pero parecía imposible llegar a las velocidades de los más grandes.
Todo fue tan rápido, que entre medio hubieron caídas, raspones, y mucho pero mucho sudor. Recuerdo que al inicio todo pasaba muy rápido, bicicletas e incluso perros a saltar a ladrar, el asfalto se veía ardiente ese día el sol era el principal protagonista, caerse no era buena idea, todo iba tan rápido hasta el tramo final, el pueblo parecía infinito y la carretera nunca parecía que se alargo, mi cadena se salió y con en el apuro de llegar más rápido intente acelerar con mis pequeñas piernas.





Todos pasaban e incluso los más ventajosos iban por su segunda vuelta.
Me dio vergüenza y ya para la segunda vuelta me fui directo a mi casa, confundido, extasiado sin saber muy bien que había pasado, sin saber como asimilar esa dosis de violencia de la carrera.

Colaborar como folosofía de vida.


Desde ahí competir nunca fue muy divertido para mi, prefería usar la bicicleta para moverme e ir a otros barrios con mis amigos a descubrir nuevos lugares de Lima, entre ellos las pozas de Surquillo, un lugar muy divertido para caerse. Dentro de los que competia estaba mi amigo Franz el era mucho más grande que yo, de hecho de los más grandes del barrio, no sé si gano esa competición en el barrio, pero ahora luego de casi 25 años volvemos a competir juntos en una evento de bicicleta de Granada https://gravelraceseries.com/es//utopia-gravel-es /, específicamente en Baza en el desierto de Gorafe, España.

De él aprendo mucho, dado que a él si le gusta la competición. Yo desde esa competencia de niño nunca he tenido ningún interes en la competencias en general, de hecho gran parte de mi filosofía es que todos juntos colaborando llegamos más que solo unos cuantos aventajados.

Lo repetia en Copiloto, la agencia de publicidad que funde hace unos años y en todos mis emprendimientos esa filosofía siempre esta presente, y no me arrepiento. De esa manera he hecho alianzas increíbles, conocido y colaborado con gente muy talentosa.

Tengo sentimientos encontrados con esta competencia, de pronto siento que estoy en un festin de ciclistas egocéntricos que venden productos de ciclismo, donde la velocidad y el performance es lo que más cuenta. Todos con bicicletas, ropa y suplementos super caros, con fotos de estudio en sus instagram. Entiendo que finalmente es un negocio y debe seguir lógicas mercantiles, en el momento que me uní me llamo la atención el carácter social que parece tener y me imagino que lo tiene. Quizas esta percepción sea el pequeño Nahun que tiene miedo que no termino la carrera. Ahora lo veo un poco difícil escaparme a mi casa jaja.

Para ser honestos no se muy bien como se vaya desenvolver la competencia, pero si yo la hubiera hecho quizas hubiera hecho una donde recuperemos un lugar perdido, encontremos rastros de un animal extinto o incluso busquemos los lugares más silenciosos para apreciarlos y cuidarlos. Sin embargo, curiosamente luego de esta competencia tengo la oportunidad de participar en una experiencia donde la bicicleta y la conservación sonora se mezclan. Mi amigo Ernesto de Montañas Vacias, un hermoso proyecto, junto con los amigos de Quit Park International me han invitado a ser parte de esta experiencia encontrar estos lugares silenciosos en los paisajes de Teruel. De pronto esto último es lo que más me emociona, incluso mucho más que la competencia. Sin embargo no quiero ser mezquino con el poder que tiene ponerse una meta y competir, y las comparto con algunas reflexiones:


  1. El entreno es más importante que la competencia. El momento en que decidí inscribirme y competir, empezo el entreno y creo que el gran aprendizaje y lo que me llevo ahora es la disciplina a lo que esto conlleva. Justamente esos días nublados, frios, donde no te apetece andar en bicicleta son los que más te enseñan. Creo que esa fortaleza es algo que lo agradezco profundamente, el musculo de la persistencia, de la no flojera, de que venga algo desde adentro y te empuje a seguir el entreno. Creo que es la principal ganancia de esta competencia, incluso antes de que suceda. Esa energía es brutal.
  2. No confundir los deseos de ganar con las de superarse. De pronto a la medida que iba consiguiendo mis retos físicos y mentales me entro un motivación por ganar o conseguir podio. De pronto mi ego, empezó a confundirse y olvidarse del propósito principal de participar, entrando en un bucle que solo me dejaba exhausto.
  3. No olvidar que todo es un juego. Finalmente desde la estrategia que uno hace, hasta el como se prepará es como jugar en la vida real, lo veo así y me divierte mucho. Teniendo en cuenta que mi principal objetivo lo logre que es mantener esa disciplina de entrenar y divertirme.
  4. Las metas siempre son personales. Al margen de los competidores recordar que somos tan distintos, procedemos de tantos lugares y tenemos tantas diferencias que es imposible medirnos por lo mismo. La meta personal es la más importante porque es la que uno se define y la que finalmente te movilizan.

Luego de la carrera, seguro que obtengo más aprendizajes que compartiré. De momento intentaré solo usar el prejuicio para pegarme a una rueda para rodar con calma y cumplir con mi menta personal que es mantenerme entre 17km a 25km promedio por hora, llegar como tarde a las 5:00 pm para tener tiempo de estirar y mirar el concierto y guardar piernas para la exploración con Montañas Vacias :)

Estoy feliz que hayas llegado hasta aquí, te abrazo mucho por tu paciencia y las ganas de compartir, y no competir :) Agradezco profundamente a mi amiga Silvia que me ha dado todas las comodidas en Granada que hace que estos días se vuelvan una fantasía.

Abrazos.


 Granada, Abril 2024




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Nahun Saldaña Macedo
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